
Antes de empezar a hormonarme por mi cuenta y riesgo, le había comentado a la psicóloga de Carlos Haya mi deseo de hacerlo, en aquel entonces por la seguridad social. Su respuesta ante esto fue decirme que las hormonas no son la
panacea. Acto seguido cambió de tema y no pude explicarle mi punto de vista acerca de la hormonación. Si me hubiera dejado le habría dicho que sé muy bien que el "poder" de las hormonas es limitado, que un cuerpo se feminiza en la medida que este está predispuesto para ello, es decir, que depende mucho de la genética y por lo tanto constitución de cada una. Hasta pasado un año o dos esto es como una caja sorpresa.
También le habría dicho que sé que el proceso es lento y largo, el cual en sus primeros meses te llega hacer creer que eres inmune a los estrógenos de inocuo que parece. Y hablando de inocuidad, le habría dicho que conozco muy bien los posibles efectos adversos y el riesgo para mi salud que supone hacerlo como lo estoy haciendo, riesgos muy graves. Soy transexual, no una loca inconsciente, como algunas personas parecen creer. Estoy corriendo este riesgo con esperanza y miedo, miedo por que mi propio sueño trunque mi sueño.
Pero claro, para poder decir esto tiene que haber una persona que quiera escucharlo.
Buenom no soy psicóloga, pero, si te sirve de algo, te escucho-leo. Besos.
ResponderEliminarMe parece estupendo tu blog, tanto tus viñetas, que son increíbles, como tus textos.
ResponderEliminarUn abrazo y sigue adelante!