sábado, 23 de diciembre de 2006

EMBRIÓN DE PLASTILINA

Hace muchos años mi género existía tras una bruma fría y espesa. La vergüenza y la autonegación pueden degenerar en inexistencia: inexistencia de género. En aquellos años yo era una tabla rasa preparada para ser cincelada. Un claro ejemplo de esto tuvo lugar en una sesión con mi antigua psicóloga. Me dio un trozo de plastilina y me dijo que me moldeara, que moldeara mi cuerpo. Cierra los ojos y empieza, a ver que sale. Y empecé. Tras mis párpados la figura era difusa, sabía que tenía forma de mujer, pero me daba vergüenza demostrarlo. Por otro lado, era incapaz de moldearme en forma masculina, simplemente me parecía horroroso. Me puse nerviosa por momentos, entre dos fuegos; jugaba con la plastilina en mis dedos, suspirando, sonriendo nerviosamente. Finalmente me di por vencida y abrí los ojos. Esa masa con la que juegan los niños poseía una cabeza en la que se podían intuir la nariz y la cuenca de los ojos, cuello, y nada más. El resto del cuerpo estaba indefinido.

“¿Sabes lo que yo veo ahí?” preguntó mi psicóloga. “Una tumba”. Y era cierto, esa era mi tumba: permanecer en ese estado de vergüenza e indefinición.


Han pasado unos cuantos años de aquel suceso y han cambiado muchas cosas; una de ellas es que, aunque esté indefinida por fuera, por dentro soy toda una mujer. Tiempo al tiempo para que todo esté en su sitio. Si me dieran ese trozo de plastilina en la actualidad, modelaría un cuerpo femenino, de pecho discreto y finas caderas, quizá un poco más delgada de la cuenta.

2 comentarios:

  1. ^_^

    todas vivimos de una foma u otra esa indefinición preventiva que nos hace dudar de quienes somos y que es lo que vemo en nosotras mismas: me alegra saber que tu encontraste tu forma interna aquella con la que te sientes identificada y con la que eres feliz...
    yo tambien me esbozaría con rasgos femeninos pues la figura femenina es para mi lo mas natural y lógico en mi miente y si existe, en mi alma.

    un abrazo wapísima!
    Vero-Nika Santos .

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  2. Yo intento cada día, no pasar de mi, no avergonzarme de mi no aceptado cuerpo.
    Trato de ser la persona que soy y a pesar de ser la mujer que llevo dentro de mi alma... no me dejan y he tenido una vez mas, que andar en la incertidumbre social, para poder convivir en éste mundo, que no me deja ser yo.
    Ése, posiblemente sea uno de mis mayores dolores, a pesar que mi aspecto físico no es nada femenino (cosa que creo tener superada).

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